Casting de Lily Luna Potter

Abrí los ojos lentamente, como si estuviera esperando volver a quedarme dormida antes de llegar a abrirlos por completo. Desafortunadamente, mis compañeras de cuarto se habían despertado antes que yo y habían corrido las cortinas, haciendo que el sol me diera directamente en los ojos. Era sábado, así que el echo de que hubiera sol al despertarme no me preocupaba demasiado. Excepto porque tal vez me habría perdido el desayuno.
Me incorporé y coloqué los pies descalzos sobre la alfombra, suave. E, inexplicablemente me recordó a él. Me mordí el labio inferior, casi molesta conmigo misma de pensar de aquella forma del rubio, de Scorpius. Podría ser una enana chillona, según James, pero sabia perfectamente que no me podía "encaprichar" de él, después de todo a Rose le gustaba y yo tenia una cosa muy clara: la familia es lo primero. Suspiré, resignada a mirarlo desde la lejanía. Sabía que me tenía que conformar con eso. Bueno, me consolé, al menos siempre podía hacer rabiar a Albus o conseguir engatusar a James para que me consiguiese mi último capricho. Porque, para qué lo vamos a negar, era una consentida.
Busqué algo de ropa cómoda de entre el montón, que empezaba a ser de proporciones considerables, y me añadí una nueva nota mental: recoger la habitación. Finalmente salí de mi cuarto a la par que terminaba de calzarme la bota. Ya estaba lo suficientemente despierta como para no bostezar cada cico segundos, lo que me permitió escuchar una voz muy conocida al final de la escalera. Sonreí, ya sabía que iba a hacer hoy. Así pues, me avalancé escaleras abajo, saltando el escalón que siempre cedía, y lo visualicé al instante. Mi hermano mayor estaba allí charlando animadamente con sus amigos. Y antes de que se diera cuenta ya había trepado hasta su espalda y agarrado lo suficientemente fuerte para no caer de culo al suelo. Reí abiertamente, a carcajada limpia.
- ¿No te parece que hoy es un día genial? - pregunté a mi hermano mientras colocaba una mano sobre su cabeza y le removía el pelo, despeinandoselo más de lo habitual. Pude sentir como rodaba los ojos.
- Lily, está lloviendo - apostilló haciendo un movimiento con el cual consiguió que me soltara de su espalda y volviera al aburrido suelo.
- ¿Y? - interrogué yo - Sigue siendo un buen día. ¡Podríamos salir y jugar a quidditch! - exclamé brincando en el sitio de la emoción de la idea, aunque yo misma sabía que no saldríamos. James me miró como si estuviese loca; yo sonreí más ampliamente, confirmando su teoría.